Formación docente
En todos los tiempos, en cualquier lugar del planeta, los seres humanos han manifestado siempre lo que podríamos llamar su vocación de perpetuidad. Pero no solo biológica, sino, sobre todo, una perpetuidad en crecimiento y en perfeccionamiento constantes, hacia lo que las abuelas y los abuelos mayas denominaban una útil existencia, caracterizada por un caminar en mucha paz, con caminos planos. O lo que Jesús de Nazareth consideraba una vida en abundancia. O las distintas utopías que representan la búsqueda de la máxima felicidad en las distintas culturas.