Formación docente
Reflexionar sobre la fragilidad del planeta tierra y las posibilidades que tienen los seres humanos – mujeres y hombres, niños, niñas y la juventud – de organizarse para enfrentar las vicisitudes de la vida, más que una necesidad, es un deber ciudadano, pero también un derecho de cada persona de conocer las raíces (sus causas) de los problemas y prepararse para enfrentarlos, cuando los eventos ocurren. Los desastres (entendidos como la concreción de una amenaza en una localidad vulnerable), ocurren muchas veces, sin un aviso previo y por eso es importante que desde el nivel geográfico local (micro) hasta el nivel nacional y regional (macro), se propicien espacios organizativos orientados a la prevención de riesgos y desastres, pero también la atención de situaciones ocasionadas por estos.